Para siemprE

El verlo sin poder para de reírse con una simple partida de brisca, es uno de los últimos recuerdos que tengo de el, y es que estaba haciendo trampas, y me miraba, y sabía que yo me daba cuenta, pero que no diría nada, y le volvía a tirar una y otra vez la misma carta a mi abuela, y le volvía a ganar, y se volvía a reír, sin poder parar, y estaba recién salido del hospital, y había pasado por tres infartos, y no sabía que le quedaban dos días de vida, y nos había llevado cada día al colegio de la mano, a mi, a mis hermanos y a unos pocos de niños más, y tenía marcas de metralla en la espalda de una granada de la guerra civil española, y usaba boina, y le gustaba pasear, todos los días le gustaba pasear, de la mano de mi abuela, y le gustaba coser zapatos, trabajar el cuero, siempre nos arreglaba nuestros zapatos, siempre nos daba otra oportunidad para volver a caminar sobre nuestros mismos pasos, y nosotros estábamos tranquilos si se nos despegaban las suelas de nuestros zapatos preferidos, y poca veces se le veía enfadado, supongo que con los años te das cuenta de lo que realmente importa.

Después de tanto tiempo juntos estabais enamorados, cuando llegó tu muerte, abuela marchó contigo, dejando el cuerpo aquí para cuidar un poco más de nosotros.

Gracias por hacer que te recuerde riéndote, supongo que ya abuela te habrá dicho que se daba cuenta de tus trampas, eras muy descarado!!, supongo que ya abuela te habrá dicho que prefería verte reír que descubrir tus engaños con los naipes, y es que es mejor reír, eso me lo enseñaste, también me hiciste ver que existe el amor para siempre, y se que mientras os siga queriendo, seguiréis vivos.

Se que seguís riendo.