martes, 25 de marzo de 2008

Mi callE

Hoy he vuelto a la calle en la que me crié, en esa calle pasé casi veintinueve años, con mis padres, que le vamos a hacer, hoy en día, es complicado independizarse, con mis vecinos, casi siempre los mismos, gente humilde y trabajadora. En esa calle coincidimos una generación de niños algo traviesos, que siempre andábamos corriendo de un lado a otro, jugando con pelotas, rompiendo macetas, en verano nos daban las doce o la una de la noche y seguíamos jugando, y los adultos se reunían a charlar con sillas de playa en las puertas, y el tiempo parecía que no pasaba, y aunque alguna vez eramos correteados y regañados por los mayores, sobre todo cuando rompíamos macetas, eramos a su vez protegidos por ellos.

Recuerdo una vez que andábamos subidos en un árbol recogiendo hojas moreras para nuestros gusanos de seda, todo niño los ha tenido, al menos en nuestra calle, y todo niño esperaba una bonita mariposa, no un pedazo de polillón. Como decía estábamos cogiendo hojas, con nuestras bicicletas bajo el árbol, cerca de nuestra calle, cuando llegaron tres raterillos, y nos robaron nuestras bicicletas, rápidamente corrimos a nuestras casas y avisamos a los mayores, y en un momento se montó un dispositivo que ni los G.E.O. hubiesen montado tan rápido, salieron todos en sus coches tras los raterillos, por las calles, e incluso por medio del campo vi algún coche dando botes, tras uno de los raterillos. En media hora habíamos recuperado nuestras bicis, y los raterillos se habían llevado un escarmiento.

El caso es que hoy he vuelto a mi calle, de la que me fui en un fíat de empresa, hace un par de años, hoy he vuelto en un skoda, y he entrado en la calle saludando a los vecinos, desde el coche, sin parar hasta la puerta donde viven mis padres, y todos me han mirado extrañados.

Mis padres no estaban, notaba las miradas de mis vecinos en mi espalda, me he vuelto a montar en el coche y he ido parando donde se encontraba cada vecino para saludarlos, y todos ellos han coincidido al decirme que no me habían reconocido en ese coche.

Me he marchado de mi calle, preguntándome; ¿Que carajo somos?.

3 comentarios:

OscaR J. dijo...

consejo del día;
no seais un caracoche como yo.

Anónimo dijo...

en esa calle también viví yo algunas cosas, desde pequeña, eh? y ahora tengo una cara suzuki que no puedo con ella

Anónimo dijo...

no pase yo veces por esa calle!!!!!!